sábado, 24 de octubre de 2009

Fijando vértigos 12

Jacobo Fijman

EL «OTRO»

Tarde de invierno.
Se desperezan mis angustias
como los gatos;
se despiertan, se acuestan;
abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.

Bien dormía mi ser como los niños,
y encendieron sus velas los absurdos!

Ahora el Otro está despíerto;
se pasea a lo largo de mi gris corredor,
y suspira en mis agujeros,
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.

¡La esperanza juega a las cartas
con los absurdos!
Terminan la partida
tirándose pantuflas.

Es muy larga la noche del corazón.

Nació en la Besarabia rusa, hoy Rumania, en 1898, y falleció en el hospicio, adonde permaneció casi veinte años,, en Buenos Aires, en 1970. Obra poética: Molino rojo, Hecho de estampas y Estrella de la mañana.
_____

Lina Caffarello

SIMPLE

Tal vez se trate
de convertirse en puerto.

Tal vez así de fácil
como hablar
tragar la propia sombra
huir por la esquina del espejo.
Instante de río
que nombra el viaje púrpura
y escancia
el costado arisco de la grieta.

Todo es cuestión
de derramarse entre los huesos.

Buenos Aires, Argentina. Coordina la página weblog “El Escribidor” http://elescribidorblogspot.com/ Publicó los poemarios Suma y resta y Alguien tiene un talismán. Pertenece al Consejo de redacción de la Revista “Tamaño Oficio”.
_________________________


Georg Trakl (1887 - 1914)
Homenaje

GRODEK

Al atardecer suenan los bosques otoñales
con armas mortíferas, las áureas llanuras
y lagos azules, encima el sol
rueda más lúgubremente. La noche abraza
a guerreros moribundos, la queja feroz
de sus destrozadas bocas.
Mas quietamente se acumula en el fondo de los prados
una nube roja, en la que un Dios airado habita,
la sangre derramada, frescura lunar;
todas las calles confluyen en negra podredumbre.
Bajo el áureo ramaje de la noche y las estrellas
vacila la sombra de la hermana por la callada floresta,
para saludar a los espíritus de los héroes, a las cabezas sangrantes;
y suave suenan en los juncos las flautas oscuras del otoño.
¡Ay, orgullosa aflicción!, altares de hierro,
la ardiente llama del espíritu alimenta hoy un inmenso dolor,
los nietos no nacidos.
***

A NOVALIS (segunda versión)

En tierra oscura reposa el sagrado extranjero.
Un dios le arrebató la queja de su dulce boca,
cuando él se hundió en plena floración.
Una flor azul sobrevive a su canto en la casa nocturna de los dolores.

Según Rodolfo Modern “no a Novalis sino a Georg Trakl corresponde, por derecho propio, este autorretrato tan hermoso como lacerante, tan aparentemente objetivo y conmovedoramente íntimo, sucinto pero clave maestra para comprender su sentido y meta.”
***

RONDEL

El oro de los días se ha extinguido,
los tonos pardos y azules del atardecer.
La dulce flauta del pastor murió,
los tonos azules y pardos del atardecer.
El oro de los días se ha extinguido.

(Traducción: Rodolfo Modern)
***

ENSUEÑO Y DEMENCIA (fragmento)

Un coral de órgano lo llenaba de estremecimientos divinos. Pero él pasaba sus días en una sombría caverna; mentía y robaba, y se escondía, tal un lobo flamígero, del blanco semblante de la madre. Oh, la hora en que, al desplomarse con la boca pétrea en el jardín estelar, se extendió sobre él la sombra del asesino. Con la frente empurpurada se encaminaba al pantano, y la ira de Dios flagelaba sus hombros de metal. Oh, los abedules en la tormenta, la sombría alimaña que evitaba sus rutas de desvarío. El odio consumía su corazón, la voluptuosidad, cuando en el reverdeciente jardín estival, violó a la silenciosa criatura, en cuyo rostro resplandeciente reconoció el rostro de su propia locura. Ay, en la ventana del anochecer, cuando entre las purpúreas flores surgía un pavoroso esqueleto, la muerte, Oh, torres y campanas. Y las sombras de la noche caían como piedras sobre él.

(Traducción: Aldo Pellegrini)
***

En cartas a Ludwig von Ficker, el poeta escribe:
“... Demasiado poco amor, demasiado poca justicia y piedad, y siempre demasiado poco amor; demasiada dureza, orgullo y todo tipo de criminalidad - eso soy yo. Sé muy bien que omito el mal sólo por debilidad y cobardía y con ello envilezco aún mi maldad...”“... Es una desgracia tan increíble cuando el mundo se le derrumba a uno. Oh Dios mío, qué condena ha caído sobre mí. Dígame que tengo que tener aún la fuerza de vivir y hacer lo verdadero. Dígame que no estoy loco. Ha irrumpido una oscuridad pétrea. Oh, amigo mío, qué pequeño y desdichado me he vuelto.” “...Me siento ya casi más allá del mundo.”

Trakl nació en 1887 en la ciudad católica de Salzburgo en Austria, en el seno de una familia protestante. Sus estudios secundarios fueron desordenados y después de algunas vacilaciones decide emprender la carrera de farmacia. Estudia en Viena y allí recibe el título de farmaceútico. En la vida personal de Trakl se destaca solamente la pasión por su hermana Margarete. Ésta, que le seguía en edad, llegó a ser una brillante pianista, se casó joven y se suicidó en 1917. En 1910 Trakl sufre el choque de la muerte de su padre y se enrola en los servicios de sanidad del ejército, que cumplió la mayor parte del tiempo en Innsbruck y parte en Viena. En 1912 conoció a Ludwig von Ficker, editor de la revista literaria “Der Brenner”, que habría de representar un papel fundamental en la difusión de su obra. En 1913 aparece su libro Poemas (Gedichte) editado por Kurt Wolff. Al año siguiente, en Berlín conoce a varios escritores expresionistas, especialmente a Else Lasker-Schüler, cuya poesía lo impresiona. A fines de agosto fue movilizado y parte al frente de Galitzia con una unidad sanitaria. Durante la retirada que siguió a la batalla de Grodek, tuvo que cuidar a noventa heridos graves casi sin recursos médicos. Presa de desesperación intentó suicidarse. Fue enviado entonces al hospital de la guarnición de Cracovia, donde se lo tuvo en observación en la sección de psiquiatría por sospecha de esquizofrenia. Allí lo visitó su amigo Ficker. Al poco tiempo éste recibió los dos últimos poemas: “Queja” y “Grodek” y días después la noticia de su muerte , acaecida la noche del 3 de noviembre de 1914 como consecuencia de la ingestión de una dosis mortal de cocaína (según informe del doctor Michl, médico jefe del hospital militar de Cracovia).Póstumamente, en 1915, aparece Sebastián en el sueño, su segundo libro, editado también por Kurt Wolff, y que Trakl alcanzó a revisar.

Georg Trakl una belleza mágica y terrible. Rodolfo Modern (Editorial Almagesto, Buenos Aires, 1996)Georg Trakl Poemas, traducción, prólogo y notas de Aldo Pellegrini (Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1982)Georg Trakl Poemas, traducción, selección y prólogo de Ángel Sanchez (Alberto Corazón, Editor, Madrid, 1973)Georg Trakl Obras Completas, edición y traducción de José Luis Reina Palazón (Editorial Trotta, Madrid, 1994)

Homenaje de los poetas

GEORG TRAKL
Sombríos son los augurios de tu corazón viajero,
mientras bajas las pútridas laderas del caos.
En tus horas finales, como ramo de claveles escarlata,
reventaron cerebros: la guerra.
Un pie horrorizado evitó su contacto.
¡Oh persistencia honda de lo malo!
Muralla de pechos inexpugnables,
y contra ella se destrozó toda plegaria.
Inútil. El mundo es un silencio de Dios.
Son tus palabras.
Y polvo resecado las voces del hombre,
o un cero doloroso escrito en médanos fugaces.
¡Oh tu aumentada culpa flotando en charcos incestuosos!
El paso solitario de un animal azul,
tu imagen, inocente,
sobre espinosas duraciones desenmascaradas.
Ambigua flor caída en el abismo, ya colmado
el amarguísimo vaso del poeta.

Rodolfo Modern
***
“No entiendo la poesía de Trakl, pero me deslumbra, y nada hay que me de mejor idea del genio.”

Ludwig Wittgenstein
***

Georg Trakl se perdió en un bosque de encinas.

Su espada de humo prolongó el leve plumaje
del pájaro de oro.

Era el tiempo de partir.

El azul arde todavía en la cabeza reclinada de los árboles.

Marcelo Pichon Rivière
***
Escucha los colores de Trakl / las aguas vivas de su incesto.

Ana Emilia Lahitte
***

La obra de Trakl fue entusiastamente recibida por algunos de sus contemporáneos eminentes: los expresionistas Däubler, Franz Werfel y Else Lasker- Schüler, entre otros; por Karl Kraus, el filósofo Wittgenstein y especialmente por Rainer Maria Rilke, quien escribió notas extraordinariamente elogiosas.
***

“La poesía de Trakl es un objeto de existencia divina para mí... El más conmovedor de los lamentos ante un mundo imperfecto... En su obra, es la caída excusa para la ascensión indetenible.”

Rainer Maria Rilke
***

“He tenido en su tiempo mucho contacto con Trakl, pero nunca llegamos a intimar, pues todos los que por entonces estábamos en Salzburgo no hemos comprendido su ser y veíamos en él un hombre extraño y polémico. De sus dotes de poeta estábamos convencidos, sólo que veíamos en él un fastidioso Sturm und Drang. Que esa “Tempestad y Empuje” era ya realización plena, desgraciadamente no lo supimos ver."

Hans Seebach
_________________________




RECORDANDO AL POETA
Roberto Juarroz (1925 - 1995)

3
El fondo de las cosas no es la vida o la muerte.
Me lo prueban
el aire que se descalza en los pájaros,
un tejado de ausencias que acomoda el silencio
y esta mirada mía que se da vuelta en el fondo,
como todas las cosas se dan vuelta cuando acaban.

Y también me lo prueba
mi niñez que era pan anterior a la harina,
mi niñez que sabía
que hay humos que descienden,
voces con las que nadie habla,
papeles donde el hombre está inmóvil.

El fondo de las cosas no es la muerte o la vida.
El fondo es otra cosa
que alguna vez sale a la orilla.
***.

16
Sí, hay un fondo.
Pero hay también un más allá del fondo,
un lugar hecho con caras al revés.

Y allí hay pisadas,pisadas o por lo menos su anticipo,
lectura de ciego que ya no necesita puntos
y lee en lo liso
o tal vez lectura de sordo
en los labios de un muerto.

Sí, hay un fondo.

Pero es el lugar donde empieza el otro lado,
simétrico de éste,
tal vez éste repetido, tal vez éste y su doble,
tal vez éste.

De Poesía Vertical, 1958
(Poesía Vertical antología mayor, Ediciones Carlos Lohlé,Bs. As. 1978)
_________________________




NUESTRO PERMANENTE HOMENAJE



Augusto Roa Bastos

(Asunción, Paraguay, 13 de junio de 1917 - 26 de abril de 2005).
En Buenos Aires escribió la mayor parte de su obra literaria. Consideró a la Argentina su “segunda patria”, país que debió abandonar después de 1976. Se radicó en Francia, donde enseñó literatura y guaraní. En 1996 regresó definitivamente a Paraguay. Publicó varios libros de poemas: El ruiseñor de la aurora; El naranjal ardiente y Nocturno paraguayo. En 1953 publicó El trueno entre las hojas, diecisiete cuentos con los que comenzó a ganar notoriedad literaria. En 1960 su novela Hijo de hombre es distinguida con varios premios internacionales. Su consagración llegó en 1974 con Yo el Supremo. En 1989 ganó el Premio Cervantes. Sus últimas novelas fueron: Vigilia del almirante (1992), El fiscal (1993), Contravida (1994) y Madama Sui (1995).

..

CONTRAVIDA (fragmento)

Aquella noche de muchos días y siete años de mi vida llené de luciérnagas el frasco que usaba de farol para garrapatear furtivamente mis papeles. De venida por el terraplén del pueblo a la fábrica había recogido un montón de muäs en el bolso que hice con mi camisa.

La oscuridad del cuarto parpadeaba en las muäs que agonizaban en la limeta blanca y transparente.Yo podía escribir hasta el alba, antes de que mi padre se levantara.
El fulgor tenue y fosfórico de los lámpiros no duraba más de dos horas. Morían de asfixia, amontonados en la limeta, a pesar de que les soplaba mi aliento por la boca de la botella.
Ya por entonces me preguntaba si era inevitable y necesario que la escritura tuviera que nacer de la muerte de la naturaleza viviente.
La luz de las luciérnagas muertas transformada en palotes de alguien que comenzaba a escribir.No sentía arrepentimiento. Yo estaba entrando en el mundo sin noticias, sin recuerdos. Hacía lo que veía hacer. Estudiaba la soledad. Copiaba.
Inventaba el fuego y la ceniza.
Los lámpiros pronto morían. Las borras azules de sus cadáveres no servían ya para escribir. Todo lo más, para pensar qué lejos está uno de su deseo. El deseo sólo es deseo mientras no se cumple.
Hay deseos que duran toda la vida. ¿Quién puede esperar que esos deseos se cumplan?
*****


Alberto Claudio Blasetti


(Buenos Aires, Argentina, 1923 - 5 de mayo de 2005)
Poeta, crítico literario, periodista, por su cultura amplia y actualizada fue un auténtico ciudadano del mundo. Durante muchos años ejerció la crítica literaria en el antiguo diario “La Prensa” de Buenos Aires. Colaborador de “Le journal des poètes”, sus principales obras son: 7 azules para una sonrisa, 1945; Diosma, 1958; Arquitrabe y solsticio, 1970; Ecuación con alondras, 1972; Tadmor, 1979; Diálogo de los pájaros en la fuente de los vitreaux, 1981; Clinamen, 1984; Zigurat, 1987; Las vetas del ágata, 1990; El esmalte del ruiseñor, 1994; El remero de los ojos azules, 2000; La dama de las diosmas, 2001; Los ópalos del río, 2003; Tulipas iluminadas en las terrazas del tiempo, 2004, El jaguar de Nínive, 2004 y Luciérnagas sobre una vara de mimbre, diciembre de 2004, libro al que pertenece el poema que se transcribe a continuación. En 1999 apareció una Breve Historia de la Literatura Contemporánea ; también escribió numerosas obras de teatro.
Al poeta, al crítico, nuestro homenaje; nuestro recuerdo permanente a su entrañable amistad.


LA SELVA 4070

¡Oh, pasajera de las flores perdidas!
¿Qué miran tus ojos en las aquietadas
aguas de los estanques?

¿Qué coronas de epitalamios
circulan en la noche para que caigan
en su seno los efímeros?

Los que giraron vanamente ante la luz...
Y tu jardín, de un insólito tenue perdido,
sigue esperando, esperando un regreso

que se disuelva al atardecer.
Es en la levedad del crepúsculo
cuando reaparece la ausente

de los espejos un poco pálidos,
de las ensoñaciones y tú oyes
su voz en el cuarto donde

-paso y soplo- cruzó alguna vez
hacia los muebles de caoba
y las muertes perdidas

que eran las joyas del cofre
familiar, oh visión; venida de un
embarcadero, que crujía, crujía...

Y olvidada en la gran casa
de las flores donde se licúan
las lágrimas en las mejillas

de fin de tarde, segura y penitente,
esperando al que se demora
entre tus tibios pliegues de pre-muerta.
*****


Cristina Siri

(Buenos Aires, Argentina, 7 de noviembre de 1951 - 29 de abril de 2005)
Poeta. Cuentista. Artista plástica. Publicó entre otros libros: Del bastardo deber ser (1973, Ediciones Crisol), Intranauta (1986), Lo inevitable (1987, Ediciones Filofalsía), Los espejos de Lucila Echeverría 1987,(Ediciones Calle Arbolada), A Bao A Qu (1988, Ediciones Filofalsía), De diálogos y fracturas (entre aquellos resplandores) (1989, Ediciones Filofalsía), (Sic...) (1993); De la Palabra Libertad (1999, Ediciones Parque Chas), Me hago cargo (2000, Ediciones Generación dos mil), Sex Espirituals (2001, Ediciones Aql), Tierra Madre (Ediciones Aql), Ser uno mismo (o la historia de Ángel Viejo y el Olvido) (2005, Ediciones Generación dos mil), libro al que pertenece el fragmento elegido. Ha coordinado talleres literarios, programas radiales y encuentros de poesía.
A la valerosa mujer, amiga, poeta, nuestro recuerdo indeleble.


EPÍLOGO
en la quintaesencia esfumado (fragmento)

Cuando el olvido
vitrea de pasión hice mi vida
y mi corazón calló su voz
dejándome oscura a los reclamos
Ahora escarbo la tierra
y en silencio ruego
por ese lugar de pertenencia
donde fuimosmás que el Mito y la Palabra
fundadores de esperanza.

-Por tanta nostalgia
no estás viendo el espejo
De tu corazón soy la voz
y vos del mío el incendio
por sentimientola nostalgia es agua
la voz es aire
el incendio fuego
y nuestra fundación en el amor
la tierra.
De los Cuatro Elementos
será otra vez
el comienzo de la historia
Pero el poder de la victoria
el quinto Elemento lo tendrá
y será el que comande
como danza cada movimiento
en el Éter y por el Somos
la insurrección será fundante.
*****


Juan José Saer

(Serodino, Pcia. de Santa Fe, Argentina, 28 de junio de 1937- París, Francia, 11 de junio de 2005)
Fue profesor de historia del cine y de crítica y estética cinematográfica en la Universidad Nacional del Litoral. En 1968 partió con una beca de seis meses a Francia, destino que se convirtió en permanente. Allí dio clases de literatura en la Universidad de Rennes. De los años 60 son los libros de cuentos En la zona (1961), Palo y hueso (1964) y Unidad de lugar (1967), y las novelas Responso (1964), La vuelta completa (1966) y Cicatrices (1969).En su vasta producción se cuentan las novelas El limonero real (1974), Nadie nada nunca (1980), El entenado (1983), Glosa (1985), La ocasión (1986), Lo imborrable (1993) La pesquisa (1994) y Las nubes (1997). También los libros de cuentos La mayor y Lugar y una serie de ensayos: Para una literatura sin atributos, El concepto de ficción, El río sin orillas y La narración-objeto. Su obra poética estaba reunida en El arte de narrar.
..
NADIE NADA NUNCA (fragmento)

“(...) Hasta donde su vista pudiera alcanzar, es decir, todo el horizonte visible, la superficie que lo rodeaba, en la que ya no era posible distinguir el agua de las orillas, parecía haberse pulverizado y la infinitud de partículas que se sacudían ante sus ojos no poseían entre ellas la menor cohesión... Esos puntos luminosos, no formaban ningún cuerpo, sino que eran una infinitud de cuerpos minúsculos, como un cielo estrellado, con la diferencia de que el vacío negro entre los puntos luminosos era una rayita delgadísima, apenas visible, o más bien una finísima circunferencia negra, porque la profusión de puntos luminosos que lo rodeaban transformaba el espacio negro que los envolvía en una circunferencia. De ese espacio precario emergía, tiesa e inmóvil, la cabeza del bañero, que flotaba rígida y en plano inclinado y que aparecía rodeada de esos puntos luminosos, alguno de los cuales titilaban incluso entre sus cabellos o sobre su barba de tres días. Y, de golpe, en ese amanecer de octubre, su universo conocido perdía cohesión, pulverizándose, transformándose en un torbellino de corpúsculos sin forma, y tal vez sin fondo, donde ya no era tan fácil buscar un punto en el cual hacer pie, como uno podía hacerlo cuando estaba en el agua. Sentía menos terror que extrañeza -y sobre todo repulsión, de modo que trataba de mantenerse lo más rígido posible, para evitar todo contacto con esa sustancia última y sin significado en la que el mundo se había convertido (...) Ese recuerdo, en el que ya casi no pensaba, había reaparecido en fases sucesivas: primero, como en un relámpago, sin ser todavía recuerdo, sino únicamente un llamado de la memoria que le hacía saber que estaba acordándose de algo sin saber exactamente de qué; después, en una segunda ráfaga, había recordado toda una serie de elementos secundarios a los que no podía individualizar porque carecía del recuerdo principal; en seguida, después de un momento en el que había quedado otra vez como vacío, la memoria había dejado subir el recuerdo, nítido y neutro, un recuerdo entre tantos otros que sube a la conciencia sin que nada, en apariencia, lo haya llamado, como una diapositiva que se proyecta sobre una pared blanca, de un modo mecánico, y después se borra, y por último, el recuerdo se había apoderado de él, durante varios minutos, encerrándolo en sí mismo, aislándolo del mundo exterior, acaparándolo y produciendo en su cuerpo una serie de transformaciones, ya que durante el momento en que recordaba había tenido los ojos muy abiertos, los labios pegados uno contra otro y ligeramente prominentes, las manos abandonadas y blandas a los costados del cuerpo. en el suelo, con las palmas hacia arriba, medio encogidas sobre el pasto ralo y grisáceo, la cadena de la asociación interrumpida y viendo de un modo tan nítido emerger su cabeza de entre esa luz pulverizada, que durante una fracción de segundo tuvo como una impresión de desdoblamiento ya que se creyó contemplándose a sí mismo desde la borda de la lancha de control.”
__________________________



Jorge Brega


TOMA

Mientras tomaba esta fotografía
nocturna de la calle desierta
alguien en el país era arrastrado
fuera de nosotros.

Un cambio en la postura del trípode,
otro encuadre,
un nuevo accionar del obturador:
nada logró retener
al ausente en la esquina arbolada.

Sólo una sombra entre otras sombras.
Un movimiento dudoso
bajo el oleaje del revelador
dejando
este trazo esfumado
en la emulsión fotosensible.

Un aleteo fuera de foco
detrás del círculo iluminado
de la bocacalle como un lar anhelante.


Nació en Buenos Aires en 1949. Publicó No ha lugar (1975), Poemas de Ausencia (1984) y Luz mala (2004). Como compilador la antología Poesía social y revolucionaria del Siglo XX (Editorial Agora, 2002). Desde 1975 practica el periodismo cultural en revistas como “Los Libros”, “Posta de Arte y Literatura”, “Nudos en la Cultura Argentina”, “Boletín Temas de Psicología Social” y “La Marea”, cuya dirección integra en la actualidad.
***


Ana Emilia Lahitte

AUTORRETRATO

Me miro en el espejo.

Una mujer avanza
desnuda
sin heridas aparentes.
Es una hembra espléndida
en épocas de celo
tal vez.
Pero ya muerta.

En carne y sombra altiva
despoja sus silencios.
En silencio
un idioma de albatros
la sustenta.

Se yergue luego
intacta
con dignidad de hiedra.
Y asomada
a sus muros
de lumbre y soleda
desespera.

6
La carne.

Su batalla
entre la seducción y el desengaño.

De lo humano
hereda la imprudencia y el goce
de exponer su intemperie desnuda
ante los astros.

Como único escudo
la piel.

Ese milagro.

7
Mis pieles sucesivas
obsesivas
fueron aniquilándome
devastándome
al desaparecer en apariencia
y rescatarme luego
en carne viva.
..

Nació y vive en la ciudad de La Plata, desde donde proyecta su ininterrumpida labor socio-cultural al interior del país y al extranjero. Ha sido becaria de la OEA en México y del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid e invitada por Internationes de la República Federal Alemana y por los Ministerios de Cultura de Bélgica, Alemania e Italia.Tiene veinticuatro libros publicados. Sólo citaremos algunas distinciones de las dos últimas décadas: Pluma de Plata del PEN Club Internacional/ Pluma de Oro de la Fundación Argentina para la Poesía/ Primer Premio Nacional de Poesía (Región Buenos Aires)/ Premio Konex, diploma al mérito/ Premio Esteban Echeverría/ Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía/ Premio Página de Oro y Letras de Oro de Honorarte.En 1997 la Municipalidad de La Plata edita sus obras completas, agregando luego una segunda edición y se la designa Ciudadana Ilustre. Su Taller de Poesía y sus Hojas y Cuadernos de Sudestada acreditan veinte años y más de trescientas publicaciones editadas con su sello.

***

Mario Kon


NEGRO EL TONO



Goza de dudosa fama.

Matices hay y variedades:
Un sol que se ocultó del día.
La figura de la amada en la oscuridad.
Jardines presentidos en noches deslunadas.
El aire de plomo en la mina.
Los monstruos de Goya en “Desastres de la guerra”.
El barco artillado con su vestido de muerte.
Un murciélago espiando la luna invertida.
Los lutos de las viudas sicilianas.
El deshollinador en bicicleta de eternidad.
La tierra desolada sobre nuestro último refugio.
..
Nació en Buenos Aires en 1934. Ha publicado: Estudios, Historias de una botella al mar, 2000 ; Palabra de otoño, 2002 y Anocheceres o Memoria del dolor, 2003. Se ha nutrido en los talleres de Teresa Naios Najchaus y Marcos Silber.
Recibió Tercer premio (1998)y Primer premio (1999)en la categoría Poesía del Concurso del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal.Sus poesías figuran en la antología Palabra de la noche, 2001, Ed. Catálogos.
***

Emiliano Bustos

Le regalaron un gato a mi padre, en 1969. Con qué cri-
terio o partición de qué denuedo es el obsequio; qué luz
ilumina al que regala, y qué tracción dona. Porque hay
un movimiento en los obsequios, que no sufre la poción
que empujan, aunque sí la inyectan. Mi padre en 1969,
solo o en su cama de Ciudad de la Paz, debajo del dague-
rrotipo de Gérard de Nerval, aceptó a la criatura que ya
formaba parte de su poesía. Aunque delgado y enclenque,
el siamés significó algunos meses de arte en el pelo suave,de hijo-hipnótico-animal, de estudio poético entre las patas
de su familia. La madre lo sentó en su falda y se dejó foto-
grafiar, el padre había muerto (cuando murió mi padre
nació su olvido). Familia Bustos: Lúgubre era el Imperio,
Horacio, Eduardo, Armando
, nuevamente indefensos.
Bautizado Atail, dormía el gato con mi padre y quizá no
paseó. No llegó a maullar como los siameses adultos, los
parásitos o un mal nacimiento lo hicieron vivir muy poco,
entre libros, esencialmente en los brazos de un poeta sin gene-
ración o en otra, ausente del tiempo o señal de su cenicienta
vara, señalando en pizarra monstruosa las obras esclarecidas,
las escarnecidas; señalando al fin las vacas flacas que empu-
jan a los poetas de nuestro tiempo a la publicación enco-
gida. Atail en nupcias con alguien que seguramente monolo-
gaba, ya situado en los códices aztecas, en sayo y vivienda
de los dos libros finales, pobremente alimentado por su fami-
lia, en diáspora maldita; Atail moría. En 1969, y frente al
cementerio de Flores el miguel enterró a su gata; lo vio Gel-

man o no, pero lo escribió en Fábulas, de 1971. Fue rápida la

conversión, el traslado de la belleza coraza íntima frente al

cementerio de Flores. Lo que dura y acapara, y como felino

ve en la noche, es el poeta que está solo o mal acompañado

en su Ciudad de la Paz, y allí pacificado y escasamente en-

sayado, por el agobio, por el regalo final del olvido.


Nació en Buenos Aires en mayo de 1972. Publicó Trizas al cielo (1997) ; Falada (2001) y 56 Poemas (Ediciones La Carta de Oliver, 2005) libro al que pertenece el poema transcripto. Es también dibujante. Poemas, artículos y dibujos suyos fueron publicados en diversas revistas del país. Actualmente reside en Buenos Aires.
***

Alejandro Nicotra


IV

EL RECLAMO



Un arco, un puente de ligera premura.

Mi ansia en un extremo, tu belleza en el otro.
-Y la nada, exaltando su espacio
con alba, día, noche.-

XIII
EL ANILLO DE PLATA

He puesto en tu mano
una suerte de anillo
de sustancia lunar.

(Aunque brille en tu día,
su secreto prestigio
pertenece a la noche.)

Un anillo de metal paradójico,
que exalta y condena;
ligero como un sueño o tu gracia,
pálido como un adiós.

XVIII
ARTE POÉTICA

Eres en el poema, igual a un sol,
la idea fija,y en torno a ti, giran como planetas
las palabras: astros opacos,
sólo brillan si los toca tu gracia.
(Mi sentir pulsa oculto en su lado de sombra.)

De El anillo de plata, 2005
..

Alejandro Nicotra. Algunas de sus publicaciones son: Detrás, las calles, 1971; Puertas apagadas, 1976; Lugar de reunión, 1981; El pan de las abejas y otros poemas, 1983; Puertas apagadas / Lugar de reunión, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 1986; Desnuda musa, Alción, Córdoba, 1988, Hogueras de San Juan, El Imaginero, Miramar, 1993; Il pane delle api e altre poesie, Centro Internazionale della Grafica di Venezia, Venecia, 1993; Poesía (1976-1993), Alción, Córdoba, 1994; Cuaderno abierto, Ediciones del Copista, 2000; Antología Poética, Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 2002; Lugar de reunión (Obra poética 1967-2000), Ediciones del Copista, Córdoba, 2004; El anillo de plata, Ediciones del Copista, Córdoba, 2005. El autor es Miembro Correspondiente de la Academia Argentina de Letras.
***

Mayra Margarita Mendoza Torres


DUALIDADES DEL SER


“... no es que pretenda tocar con las manos el

cielo”. Safo


No sé, no sé, no sé que me pasa.
No tengo argumentos, no hay rezos que valgan.
Hay un maldito inquilino dentro de mi estaca.
Ya no paga arriendo, ni siquiera se baña, come
y me carcome las entrañas.
Estoy en ese punto en el que ni Melquíades
podría regresarme a la esperanza.
El punto del destello en que las trinitarias siguen floreciendo
y hay más mariposas que en el propio Macondo.

Me falta comer cal, vestirme de negro y echarme a la pena,
creer que ya está muerto el tunante en la niebla.

..
Nació en Cartagena de Indias, Colombia, en 1955. Sus libros depoesía Marcas de sal y Calambucode Orquídeas, fueron publicados por la Editorial Tierra Firme, en Buenos Aires,2001 y 2002 respectivamente; Cocos de barro cocido,Bogotá,Colombia,2002.Participó en el XVIII Encuentro de Poetas Colombianas que celebró el Museo Rayo,2002, en Roldanillo (Valle del Cauca) Colombia. Sus poemas han sido publicados en diarios y revistas en España, Colombia y Argentina.
***


Raúl Pignolino

LA MARIONETA

“...y el hombre pobre, pobre” César Vallejo

Las gotas de la prisión abortan sueños.
No duelen las paredes
sino el polvo
que cae de los ojos sin ventana.
La marioneta crece,
debajo de su angosta simetría
andan ciegos los pájaros de la lluvia;
su cabeza de trapo
corta el aire
como una bandera triste.

La libertad recibe los aplausos.

Nació en Buenos Aires; es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, ejerce la docencia y la crítica literaria.Ha colaborado en varios periódicos y revistas de la Provincia de Buenos Aires, pronunció conferencias sobre temas de su especialidad. Publicó: Cuestión de Vida o Vida (1980); Los desamados (1988) y sus poemas se encuentran en diversas Antologías de Poesía Contemporánea; en 1980 integra la Comisión Directiva de S.A.D.E. Filial Noroeste Bonaerense.
***


Rodolfo Alonso

EL COMBATIENTE SOLITARIO

La amargura de los otros, el dolor potencial, te corroen como un viento del llano. Pero aquí estás, presente en el presagio y en la decisión.

El gran hombre, el gran amor, el gran mundo: sólo la vida te contempla. Sólo lo que quieres hacer y se te va en palabras, en afán de servir.

Te has descubierto una mañana dueño del lenguaje, hijo del tiempo. Te has dado a obligaciones y recuerdos, te crees en el futuro. Pero sabes también qué poco de lo tuyo es nuestro, cómo nos cuesta tu mirada.

Esa mañana las conversaciones, el tiempo, los trabajos, no abrieron ni una pausa. Y sobre las ruedas del porvenir, sobre la infancia asaltada por el hombre, una visión irguió su fuerza.

Una palabra no, tampoco un gesto. Sino toda una vida condenada al orgasmo de ser libre, al limpio encuentro de la vida y de la muerte.

Lo que hubieras debido ocultar, lo que el tiempo te ha dado de más precioso, lo entregas, como una flor, a tu conducta.

Y estas son tus palabras y tus gestos, tus alabanzas y tus decisiones, lo mejor de ti mismo.

De Gran Bebé en A favor del viento Poesía Reunida 1952-1956

(Editorial Argonauta,Buenos Aires, 2004)
..

Argentino. Poeta, traductor, ensayista, ex editor. Premio Nacional de Poesía. Recibió en Venezuela la Orden Alejo Zuloaga. Premio Konex de Poesía. Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía. La Academia Brasileña de Letras acaba de otorgarle sus Palmas Académicas.
***



Pablo Sujoluzky


juego aturdido
el pulso se escapa

desesperado por hacer letras
más y más grandes
ruedas trepando colinas
del otro lado nada espera
*


perfecta se escapa

evade el impulso

elige quedarse

quieta para mover al mundo

Nació en Mar del Plata en 1975, y reside en Buenos Aires desde 1999. Su inicio a la escritura empezó a partir de llevar un dia- rio y de la lectura de los poetas simbolistas. Opaco es su primer libro (ediciones Perse, Buenos Aires, 2004) de donde se hanseleccionado los poemas transcriptos.
***


Carmen Bruna

ESTÁS MUERTA Y TE SOBREVIVES

Estás muerta y te sobrevives en la hoja,
te han ametrallado y has caído herida en los bosques;
tu hemorragia cubrió de estrellas fugaces las hierbas del sendero
has llegado a la vieja casa de los balcones
donde pasó tu infancia sus infinitos desamparos
y sus manojos de diamelas sutiles;
hay unas mujeres desconocidas
que te acarician la garganta en las aguas del remanso,
tus huesos están quebrados en el polvo
cuando la otra muchacha llega y los restituye
a sus viejos paraísos dolientes;
la traicionada, la traicionera,l
a que llegó con las cenizas,
la que se te parece y fue fusilada por la espalda.
.

Nació en Quilmes, Pcia. de Buenos Aires en 1928. Ha publicado: Bodas, 1980; Morgana o el espejismo, 1983; La diosa de las trece serpientes, 1986; Lilith, 1987; La luna negra de Lilith, 1992 y Melusina o la búsqueda del amor extraviado, 1993. Colabora en diversas publicaciones argentinas y extranjeras.
***

Claudia Ainchil

PLAGA


Manifiesto de plaga

ensordecen abismos inmensos

para el día.

En medio del diluvio caen especies

y se pegan contra el vidrio

espectáculos con antenas.

Una manada de corazones

se ha desvanecido

mientras mi aliento abre selvas

bruma, barcos con brújula

o a la deriva.

Ellos abren cárceles de cristal

distancias previsibles

no vaya a suceder

que de repente

el amor les quite el sueño.


Poeta argentina. Co-fundadora de la Sociedad de Escritores Inéditos e Independientes de la Argentina. Libros publicados: Comienzo de Comienzos, 1981; Son cosas de Ángeles, 1987; Amores sin Zapatos, 1991; Remolinos a bordo, 2003. Los poemas son difundidos por distintos medios en: España, Cuba, Perú, México, Francia, Italia, EE.UU. y Chile entre otros; así como también en suplementos culturales de diarios del interior del país.
***

Esteban Moore

“al sonido de su nombre” 7

el nombre arbitrario de este objeto que te desvela
botella, tornillo, o piedra/ que si lanzado de voces
declina la invisible trayectoria de alturas/ entrega
al esfuerzo de tu oído/ el hueco eco de la colisión
la característica de los cuerpos, peso, tamaño, etc.
..

“Altre tu en clausura”11

si mi ojo advierte de esas altas cúpulas del cielo/ una elipsis
que no culmina sobre sí misma/ entonces -vos podrás iniciar
el proceso de cálculo de los ciclos del sonido -sus resultados
distantes/ ulos-----rulos/ [círculos de la energía en un tiempo
sostenido] rizos de velocidad varia que dividen -los campos
del.vacío a jorge a. paita
.
.
“noche de sus bienes”16

envueltas ---en el tibio aire del verano/ lasl
lámparas eléctricas/ -recrean --en el centro
de la noche -el círculo --de su luz/ flotando
en la oscuridad, -atraídos a ellas -se elevan
alzados en la brisa los - insectos
.
.


“pure speech of silence” 19

en estos pantanos --de aguas detenidas
elaborados vapores consolidan la tenue
bruma / que se adhiere -bajo la claridad
de una luna llena -a la pegajosa mancha
de petróleo y aceite lubricante
.
.
7 “al sonido de su nombre”, Rodolfo Alonso, “El paseo” revistaFicción (43/44), 1963
11 “Altre tu en clausura”, “Otro tú cautivo”J. V. Foix, “Sol, i, de dol, 1939.
16 “noche de sus bienes”, Edmond Jabés, La memoria y la mano, versión de Rubén Mejía, Chihuahua,México, 1992
19 “pure speech of silence” “puro discurso del silencio”, LawrenceFerlinghetti, Poem 15, A Far Rockaway of the Heart, 1997
.
Nació en Buenos Aires en 1952. Poeta, traductor y periodista. En poesía ha publicado: La noche en llamas (1982); Providencia terrenal (1983), Con Bogey en Casablanca (1987), Poemas 1982-1987 (1988), Tiempos que van (1994), Instantáneas de fin de siglo (Montevideo, 1999, Mención Honorífica, Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires), Partes Mínimas (Mar del P lata, 1999), Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003. Segundo Premio Fondo Nacional de las Artes). En 2004 el Fondo Nacional de las Artes publicó una selección de su obra, Antología poética. Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, James Laughlin, Craig Czury y Charles Bukowsky.
***

Olavo Bilac

INANIA VERBA

¡Ah! ¿quién ha de expresar, alma impotente, esclava,
Lo que boca no dice, y que mano no escribe?
-Ardes, sangras, clavada a tu cruz, y, en breve,
Miras, deshecho en lodo, lo que te deslumbraba...

El Pensamiento hierve, y es un turbión de lava:
La Forma, fría y espesa, es sepulcro de nieve...
La Palabra pesada ahoga la Idea leve,
Que, perfume y destello, refulgía y volaba.

¿Quién el molde hallará para expresarlo todo?
¡Ay!¿quién ha de decir las ansias infinitas
Del sueño? ¿el cielo que huye a la mano que se alza?

¿Y la ira muda? ¿el asco mudo? ¿el desespero mudo?
¿Las palabras de fe que nunca fueron dichas?
¡¿La confesión de amor que muere en la garganta?!

(Traducción: Rodolfo Alonso)De Olavo Bilac - Poesía escogida(Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2005)
..


“Como Darío [el brasileño Olavo Bilac (1865-1918)] conoció los halagos -y las añagazas, y las trampas- de algo inimaginable para literatos de esos tiempos: la aureola del poeta consagrado, del poeta oficial, del poeta nacional, del poeta-hombre público. Como Darío, logró hacer de un erotismo legítimo pero potenciado por su entorno de naturaleza exuberante y de sociedad reprimida, una obra de lenguaje no menos sensual y seductora. Como Darío, fue príncipe coronado (y consagrado, y aceptado) de los poetas de su tiempo, pero supo sobrevivir, no obstante, como escritor, en sus mejores textos, tanto a los excesos de sus panegiristas y herederos como a los posteriores movimientos renovadores, heterodoxos, vanguardistas, que se ensañaron con las consecuencias no siempre deseadas de su genio de escritor o sus posiciones de hombre público, para borrarlas acaso definitivamente del imaginario cultural y estético.” Extractado del prólogo de Rodolfo Alonso a esta edición bilingüe.
***

Héctor Miguel Ángeli


EL VACÍO DE LA PALOMA

A esa hora invisible todavía
una tiznada paloma
se escapa de mi balcón.
Ha comprendido que atrapada
en la lujosa decadencia de los hierros
tal vez no me sea grata.
Por eso carga el cielo
y se va por las aguas del este.
El minúsculo arabesco ya no existe.
Pero su vacío permanece.
Y poco a poco
va creando el pico, las patas, las alas
de otra tonta paloma
que en los hierros decadentes
tiembla.
*

A UNA OVEJA



(Dorotea está sentada en cuclillas frente a
una oveja en la gran sala de la estancia)

“Enrulada meretriz de los rebaños,
te miro y no lo puedo creer:
hace más de tres horas que estás frente a mí
sin moverte.
Sólo la luz del día
desvió apenas la intención de tus pupilas.
Tu restante presencia se mantiene rígida
como la cruz en la tumba de mi amo y señor.
Yo era antes como tú,
una oveja final entre los verdes prados.
Ahora que estoy sola en el vientre del corral
siento que de algún modo debo nacer.
De mi pasado recuerdo
las nubes sobre el río en las mañanas claras
y también los pesados racimos de la noche
en la cama revuelta.
Son recuerdos que no se golpean.
Ambos acrecientan el azar de una tarde.
Yo, D-oro-y-tea por dentro
soy Dorotea por fuera.
Es lo que nunca entendió mi dueño y amante.
Oh, mullida cuadrúpeda,
cuánto envidio tu ignorancia.
Quizá por eso no te mueves.
Los ilustres revoques de esta sala
disimulan una larga muralla
que me atrae y me rechaza.
Debo nacer de un embarazo enfermo.
Tengo aquí un infeliz cuchillo
que nunca supe cómo utilizar.
Si te matara nos moveríamos las dos”.
De Animales en Verso, 2004

Nace en Buenos Aires en 1930. Se recibe de Maestro Normal e inicia estudios de Filosofía y Letras. Ejerce la docencia desde 1952. Se desempeña en Televisión Educativa. En 1948 publica Voces del primer reloj. En 1949 funda y dirige la revista “Existencia” Tres años después empieza a colaborar en los principales diarios y revistas literarias del país, entre ellos “Sur” y “La Nación”. Dirige, con Miguel Ángel Viola, las ediciones “Cuadernos del Alfarero”. En 1959 aparece Los techos, su segundo libro de poemas. En 1962 viaja a Europa, becado por el gobierno de Italia. Traduce a importantes escritores italianos. Publica: Manchas, 1964; Las burlas, 1966; Nueve tangos, 1974 y La giba de plata, 1977, por el que obtiene el Tercer Premio Municipal y el Premio Bienal otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía. Su siguiente libro Para armar una mañana (1988) recibe la Faja de Honor de la SADE y Mención Especial de la Secretaría Nacional de Cultura. En 1991 publica Matar a un hombre. En 1999, con el título La gran divagación, reúne su obra poética. Los poemas seleccionados pertenecen a Animales en verso (Vinciguerra, Buenos Aires, 2004)
***



Kelly Gavinoser


DOBLES - III

El grito azulado de un doble acuciando los espejos
se vuelve por instantes rojo de sangre encendida
en el ojo que se mira y no puede soportarse
porque es mucha la deuda contraída
muchas las patrañas urdidas en lo oscuro
poca la luz del incienso purificador de orgías
poca la luz de los arrullos.

Un tentempié de humo espera repiqueteen el puño
para exorcizar demonios inculcados
por intencionados ancestros
e hincha los lunáticos pulmones con el aire aspirado
de múltiples despojos
para reiterar los ciclos olvidados
por el por
el por sí
y el para qué.

Vuelve el grito azulado de un doble acuciando los espejos
y me doy cuenta de que es el grito de mi ojo y de mi boca eludiendo el eco del abismo
es el reflejo estéril de los otros rebotando la angustia en el silencio y el olvido
es la inútil presión sobre mi hombro para detener el poder sobre mi sino.


Nació en Buenos Aires, Argentina. Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires.Ejerce la docencia en la Escuela de Letras de la Universidad del Salvador en las cátedras de Gramática Española, Taller de Escritura y Taller de Corrección. Asesora literaria, prologuista, coordinadora de talleres de escritura. Obras publicadas: Rumbos de silencio (poemas), 1991, Un espacio para el tiempo del cuento en el aula taller (ensayo), 1993, Poética Impar / El tiempo suspendido- Eclipses narrativos (Casi historias) (poemas- prosa) 2004. ***

Aldana Gaggero


se iba borrando el rostro
cuando la voz ya había sido perdida,
quedaba un tacto,
reafirmación de lo que no es.

sé por la negativa.
2002


Nacida en mayo de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires, estudiante de Letras en la Universidad de Buenos Aires, sus poemas han sido publicados en diversos medios, nacionales y extranjeros. Guirnalda (Editorial Dunken, Buenos Aires, 2003) es el primer libro de la poeta.
***

Yolí Fidanza

XXIX

Estar enamorado
es no saber
qué llamado escuchar
qué silencio seguir.
Una voz dice anímate dualidad
otra aconseja, guárdate.
Discurso ambiguo
el enamorado confía
se entrega desconfía.
..

XXXVII

Desvelados esperan
entregarse.
Escondidos están
tras velo y máscara.
Los dos saben
que la seda es engaño
destinado a caer
por el soplo del beso.
La túnica ansía desnudez
someterse
al huracán del deseo
que desnuda la piel.
Ninguna tela sutil
ningún rayo de luz
entre los cuerpos.

Poeta y narradora, nacida y residente en la Ciudad de Buenos Aires. Obra poética: Entrañable oficio, 1990; Oficio de luna plena, 1993; premio “El encuentro de dos mundos” del Ateneo de Puebla, México; De Peregrinaciones y Prodigios, 1994; La voz de Aldina, 1994; Mujer celebración de luz y sombra, 1999; Juegos de la memoria. Mujer y Siglo, 1999; Poemas, 1990/2004 (Vinciguerra, 2004) y Fragmentos de un discurso amoroso (edición bilingüe: español-francés) Alción Editora, Córdoba, 2005, al que pertenecen los poemas elegidos.

***

Ana Lema

NENA

El cielo nublado, las casas de fachadas marrones, casi aburridas de tanta gente por el paseo, Colón. En la cola de los colectivos, la gente se envuelve en bufandas y manos en los bolsillos que buscan monedas irremediablemente, casi resignadamente detecto a la nena, en la calle que pide y se encoge de hombros mientras pelea con alguien mayor que recién llega. Se cruza entonces, despavorida, frente al 152 y este no frena, pero la esquiva y ella desaparece tras un árbol del otro lado de la avenida y cuando enfoco nuevamente su campera irritantemente colorida, está llorando..., o no, porque el semáforo cambia a verde y desde adentro del micro... ya no distingo.

Argentina, 1973. Poeta, docente y traductora de inglés (Stevenson College, Basil Patterson College, Edimburgo, UK). Actual alumna avanzada de Periodismo y Comunicaciones (Universidad JF Kennedy). Realizó estudios sobre escritura en poesía, y narrativa (Centro Cultural Ricardo Rojas, UBA), el taller “Creative Writting” y asistió a las: “Jornadas Literarias” a cargo de docentes de Edinburgh University, y el escritor: Mario Vargas Llosa, entre otros (Edinburgh Internacional Book Festival, Edimburgo, Escocia, UK). Se desempeñó como redactora corresponsal para medios sobre arte y literatura argentinos y del exterior. Actualmente trabaja en proyectos relacionados a la investigación literaria y a la traducción. En el año 2004 editó una plaqueta y un libro de poesía: Babilonia y Mapas (respectivamente) e integró la: “Pequeña Antología de la Poesía Argentina” (Editorial Tres Haches, Buenos Aires, Argentina).
***

Héctor Horacio Heller


DESEOS

Quisiera desprenderme
del mono estructurado que llevo
dentro,
del tigre de Bengala o del ratón,
del oso inconsolable que me gruñe
por las noches
o del Homo sapiens
que me desborda en su temor.
Pero no puedo.


Buenos Aires. Escritor y narrador, ha publicado: Microtonales, cuentos y poemas -antología con otros autores-; Lo que es posible ver, Ed. La lámpara errante, 1988; Palabras apenas y alguna obsesión, Ed. La Bohemia, Buenos Aires, 2002; y distintos trabajos en el diario La Prensa de esta Capital y en medios del interior.
***

Yadi María Henao

PRINCESA MUERTA
Su voz, desde la tierra.


Con estas manos grises
recibo mi pastel de otoño.

Cuento los días en ábacos de nuez.
A veces la suma excede
el balance del escarabajo en la playa.

Por qué bajaron las persianas del jardín
con vistas a la tierra.

Quién me trajo la muerte en bandejas de invierno.

Quién me dio este tapado mísero de ciega golondrina.


Nació en Manizales (Colombia) en 1975. Es Ingeniera de Alimentos, especializada en Antropología de la alimentación.En temas literarios obtuvo: Mención especial en juegos florales de Casa de Poesía Fernando Mejía, Manizales, Colombia 1996, Primer premio de poesía libre interuniversitario de la Universidad Autónoma de Manizales, Colombia 1998. Mención de Honor, Concurso de Poesía Ayuntamiento de Alaquás, Valencia, España 2002. Finalista en concurso de poesía “Valle del Elqui” Centro Cultural Chileno Gabriela Mistral, 2004. Ha publicado: El otoño escribe mi nombre (2005) En la actualidad vive en Buenos Aires, donde es miembro del comité de redacción de la revista de poesía: “Extranjera a la intemperie”. Integra la Comisión Directiva de la Asociación Americana de Poesía.
***

MÁS ALLÁ

por Eugenia Cabral

Desde el ábside de la Catedral de Chartres desciende un ave, las tijeras de sus alas recortan el cielo azul y las ramas de los árboles para abrirse paso. Un hombre delgado, de acento extranjero, se separa del grupo que está conversando en el jardín detrás del ábside y el ave llegada de lo alto se aproxima a él, se queda quieta y permite que la mire a los ojos. Es una tórtola. El hombre es un poeta español, Juan Larrea. Lleva el animalito consigo hasta su casa y su esposa, Marguerite, comienza a alimentar a la tórtola de sus propios labios. Marguerite está embarazada. Corre 1929.Larrea ha abandonado la trágica España natal, el Bilbao de su origen y la Madrid de su primera juventud. Allí quedaron algunos amigos y todos sus parientes. En el desenlace de la tragedia, Picasso congelará las escenas finales en “Guernica”, las roturas del dolor hispano estarán allí. Más adelante Larrea también dejará atrás Europa para ir en pos de América, el continente que ya ha visitado en uno de los puntos culminantes de su antigua cultura: la fortaleza de Macchu Picchu. La tórtola, un día, emprende el vuelo hacia algún sitio sin despedirse de Juan ni de Guite y no regresa. Luego Europa arderá en el ensayo apocalíptico de la Segunda Guerra Mundial y el poeta proseguirá la ruta del Almirante Colón. Acaso también de la colomba, la tórtola. Hacia la tierra de José Martí, de Rubén Darío, de César Vallejo, que ya ha muerto en París. En la costa de La Coruña hay un cabo, el Finis Terre, considerado el punto más occidental de Europa; es el terrón que indicaba a los antiguos marinos el límite más allá del cual debían aventurarse en territorios extraños. Larrea sostiene que desde allí se debe partir en un segundo intento civilizador, esta vez, para toda la humanidad. América. Nuevo mundo. Acaso vuelva a reunirse con la tórtola.
Arribado a tierra americana, sucesivamente residirá en Méjico y Estados Unidos. Trabaja junto a otros exiliados españoles, escribe sobre la poesía de César Vallejo. Profetiza, razona, grita en la tormenta. La familia se desune, el dinero merma. De pronto es llamado desde un país austral, la Argentina, para dictar clases en una de las universidades de origen colonial en el Río de la Plata: Córdoba, antaño “de la Nueva Andalucía”, ciudad capital de la provincia del mismo nombre. Claustros académicos de cuño jesuítico luego advenidos a la cultura positivista y productores de un movimiento de repercusión continental denominado Reforma Universitaria, en 1918. Es 1956.
Larrea llega a un país que acaba de derrocar al gobierno del General Perón, el nacionalismo defensor de las condiciones económicas de los trabajadores pero en perpetua controversia con la intelectualidad independiente. Córdoba es una de las dos ciudades industriales del interior del país, la otra es Rosario, de cuño portuario fluvial y eminentemente inmigratoria en su composición poblacional. Rosario es tierra de gringos, sin tanto peso barroco de arquitectura colonial.
La nueva etapa conserva el progreso industrial pero admite con avidez a los creadores y pensadores originales, sean nacionales o extranjeros. Durante la década del cuarenta, Jorge Luis Borges y el grupo “Sur” sólo habían sido observados en su dimensión sociológica por la cultura oficial, Julio Cortázar se había exiliado en París y Agustín Oscar Larrauri, quien fuera promotor en los años cuarenta de un movimiento de traductores y un grupo de escritores e intelectuales en Córdoba, había elegido para exiliarse la misma ciudad que el autor de “Rayuela”. Los argentinos habían buscado su más allá en Europa. Juan venía a su encuentro en Argentina. Los poetas surrealistas de Buenos Aires celebran su llegada.
Acaso la tórtola, invisible, condujo a Larrea hacia esa Córdoba que entonces era de riqueza libresca tanto como económica. Antes de la Colonia, en sus proximidades estaba marcado el último hito del Camino Real del Imperio Incaico; más allá comenzaba el sur de los ranqueles, de los pampas y de otras tribus exterminadas durante el siglo diecinueve por el ejército liberal, la llanura húmeda previa a la extensa agonía de las mesetas patagónicas. La ciudad quedó ubicada entre el maíz incaico del norte y el trigo pampeano, a orillas del río que los aborígenes llamaban Suquía. Hacia el oeste, de norte a sur, las montañas de formación secundaria y hasta primaria. Los bosques y los valles, los lagos naturales. Las culturas de las deshermanadas regiones argentinas fueron concurriendo - en distintas medidas, maneras, tiempos- hacia la urbe del centro geográfico del país, hacia su mediterraneidad ajena a las fluencias marítimas del puerto de Buenos Aires. Industrias, artes, ciencias, idearios a menudo disidentes con los de la capital federal. Larrea ancla a más de ochocientos kilómetros de la costa marítima, lejos de cualquier Finis Terre. Enseña, predica, aúlla como los ángeles bíblicos acerca de la poesía de Vallejo y calla acerca de la propia. Pasan los años y la virulencia de la nueva etapa política coincide con los planteos de otros países de Latinoamérica, de Hispanoamérica. Virulencia que penetra en el movimiento estudiantil y culmina en 1969 en el levantamiento popular, el “Cordobazo”. Los estudiantes no entienden las teorías culturales y políticas de Larrea. Tampoco consiguen distinguir la calidad de sus razonamientos de sus resultados pragmáticos y políticos. Lo cuestionan, lo aguijonean con sarcasmos y chicanas propias de torpes muchachos que, como dice Nadège en “Los amantes taciturnos”, de Michel Tournier, confundían “la toma del poder con la toma de la palabra”. Pero el poeta Larrea ya no es un muchacho, no puede excusar diplomáticamente a los que no saben lo que hacen. El dolor ha hecho presa de su corazón: Lucienne, su hija, está ausente de la existencia terrenal. Quizás, mediante un misterioso vuelo haya regresado con aquella tórtola que acompañó a su madre durante la gestación. El accidente de aviación que tronchó su vida y la de su esposo fue en 1961.
Durante la década del setenta, junto al poeta sólo van quedando los pretendientes a heredar su singularidad teórica y ser parte de su leyenda. Y un niño, Vicente, el hijo de Lucienne, creciendo entre la grandeza del arte y la cortedad de la vida. En su residencia de Jardín Espinosa permanecen los testimonios de la amistad con los mayores poetas y artistas de su tiempo. Cartas, pinturas, esculturas, Picasso, Juan Gris, Lipchitz. Los mejores discípulos locales -Gustavo Roldán, Armando Zárate, María Luisa “Malicha” Cresta de Leguizamón, Alfredo J. Paiva- han partido hacia otras ciudades, otros continentes, convocados por oportunidades académicas o por realidades insoslayables.
La República Española, aquella por la que Larrea y sus compatriotas lucharon, gimieron y murieron, renace a fines de los setenta sobre nuevos presupuestos de equilibrio político y social. Pero Juan vuelve sólo de paso aunque triunfalmente a esa tierra que ahora representa un más allá que ayer había soñado, del más allá que debía estar en esta América de las profecías. Su obra poética por entonces ya se ha publicado en España e Italia. Sin embargo, hace mucho que Juan ha aceptado el extraño designio americano. Ya casi nadie visita su casa. El maestro no recoge seguidores. Sobre su codiciada herencia revolotea el carancho. Apenas si su joven nieto, Vicente Luy Larrea, llena de voces la austeridad de su vida.
Dicen que en un día del Año de Niebla de 1980, el 9 de julio -fecha patria argentina- de aquel invierno, la tórtola volvió del trayecto de las profecías. Regresó para transportarlo nuevamente hacia el día en que Juan Larrea divisó un ave que buscaba su cabeza como asiento, luego lo acompañó hasta su hogar, besó los labios de su mujer encinta y finalmente huyó, para inspirarlo a imitar el viaje. Más allá del Finis Terre, con la mirada en el nuevo mundo, ese Nuevo Mundo, “Sans limites”, “...au dehors de la nuite...”, Siempre vigente en el deseo de los hombres.

El presente texto forma parte de “Un poeta español en la Argentina: Juan Larrea”, charla de la escritora cordobesa Eugenia Cabral (1954), realizada el 27 de marzo de 2005 en Centro Cultural Paseo Quinta Trabucco, Florida, Provincia de Buenos Aires.

_________________________


Marcos Silber

CARRERA AL ABISMO

Es posible que Donald Bilords elija definitivamente
irse para el fin, la nada, acostarse hasta todo,
volverse olvido de sí, morirse, sin más morirse.
Pero no esta noche que sobrevuela el cielo de Harlem
el silbido de esa canción que llega como cross
y le da de lleno a Donald, que viene estando
adentro del mundo como un oscuro ángel de tristeza;
y que para nada nada quiere volver a tomar el aire
del día y para nada nada volver a ser o estar. No.
Es posible que Donald Bilords elija desmoronarse,
echarse sobre la tierra que lo maltrató,
escapar de las horas, perderse en el silencio;
pero no esta noche,
cuando retornan los recuerdos y le sucede
como un dulce vendaval de nostalgias y ternuras
que fueron y nunca más, y temblores y entusiasmos
y sofocones de amor que fueron y nunca más.
Es posible que Donald Bilords elija no volver a beber
con Ernie Rusell ni a hurgar con él
en los sótanos de sus historias; ni volver a maldecir
al negrero Pete Santucci, ni volver a dolerse
por la boca negada de Sissi Duncan.
Es posible que Donald Bilords sólo quiera apartarse,
excluirse de todo sitio, quitarse de una vez por todas
la ballena de sombras muerta sobre su corazón.
Pero no esta noche en que se quedará en un rincón
como en un refugio de vida un mundito de paz se quedará.
No esta noche, con el silbido, la memoria de esta canción
que sobrevuela el cielo, el sucio cielo de Harlem
y no lo deja -esta noche- no lo deja apagarse y morir.

Nació en Argentina en 1934. Ha publicado quince libros y participado además en antologías nacionales y extranjeras.Colabora con revistas y publicaciones en el país y en el exterior. Es autor de la versión argentina de Raíces (teatro) de A. Wesker, editada por Nueva Visión. Como invitado asistió al Festival Internacional de Poesía en Medellín (Colombia); al Primer Encuentro de Poetas Hispanoamericanos de Fin de Siglo en Bogotá (Colombia) y al encuentro Internacional de Poesía en Cajamarca (Perú).Es Faja de Honor de SADE 1968. Primer Premio en Mérida (España) con el libro Preposiciones y buenos modales. Primero y Segundo Premio Certamen Nacional de Poesía de la APDH. Primer Premio Casa de la Amistad argentino-cubana (viaje a Cuba) Primer Premio (publicación Editorial La Luna Que). Premio 1999 y 2000 Certamen Prosa breve de Contextos (Radio Cultura).Miembro de la Sociedad de los Poetas Vivos. Miembro honorable de la SADE.
***

Daniel Rubén Mourelle


EL HOMBRE DE CATALEJOS

Entre lo que puedo y lo que quiero
se ha recostado la terquedad

Los años han corrido
y lejos de
disiparse
esta niebla continúa

Mientras el esfuerzo se afina en sostener un refugio
varios modos
inciden
contrarios a la vista

En consecuencia y cada tanto
encuentro conveniente sentarme
a la mesa
del enemigo
De Sporran, 2005

Nació en Buenos Aires en 1954. Fue director de la revista "Clepsidra". Recibió "Faja de Honor" de la Sociedad Argentina de Escritores (poesía, 1989). Dirigió la revista "Sr. Neón" (1992-1996). Codirige la colección de poesía: "Libros del Empedrado". Algunos de sus libros: Apología de lo Otro, 1981; Almarmira, 1984; El Árbol, 1987, El Pez y la Reunión de Diálogos Interrumpidos, 1988; El Pez y Dzana, Soñando Juntos Sueños Distintos, 1988, Nueva Crónica de la Salida de Almarmira, 1989, Sueños del Bosque, 1989; El Ronda-mosaicos, 1989; Aguirre y El Pez - Una poética de la memoria, 1989; Pica y Pica / Bajada de Cordón, 1990; Chatarra - Teatrito imposible de representar, 1991; Greatest Hits, 1992; El Cuaderno-con-tapas-de-hule-negro, 1994; Sporran, 1998.
***

Cristina Berbari

LA OTRA
.
Estás detrás de mí,
cayendo en mí misma,
lejos de mí:
me habitas y me desalojas.
Te derramas en otra,
en otra me rehaces
y soy yo misma
y soy una sola en el relámpago.
Y vuelves a caer
mi cuerpo en llamas,
desvanecida como un residuo azul
en la tormenta.

¿Hasta dónde me seguirás?
¿En qué abismo de muerte
me estarás esperando?

Nació en Buenos Aires en 1943. Ha publicado: Penúltimo Portal, 1983, al que pertenece el poema elegido; Los lagos y la tortura, 1999; Incandescencia (tríptico) 2001; ¡Oh, la Omega!, 2004; Doloras de la piedra negra y voces invitadas a perseguir nubes, 2005; La Señora Bovary a dos voces (plaqueta) 2005.
***

Feigue Zir Berger

LA CASA DE LA CALLE LOYOLA
(Novela rapsódica, fragmento)

(...)
Blancas las paredes, las puertas, el techo, la cama, las sábanas, todo blanco, muy blanco, muy pulcro, luminoso. Las viejas andrajosas harapientas y locas estaban blancas, la cabeza blanca rapada como a navaja, las caras blancas tajeadas de infinitas arrugas, blancas las dos, eran iguales, las dos eran una sola vieja, muy vieja, eran la soledad, el olvido de Dios, el olvido de los hombres.
“No, no toques la almohada -dame eso- dame eso quiero eso” “no eso no”. “Lo junté en toda mi vida, eso no - no quiero- no te lo daré, es mío, toda la vida lo junté no te lo doy” “Dame eso te digo o te mato” aulló la vieja blanca a la vieja blanca que yacía enferma sobre la almohada blanca. “Este paquetito no te lo doy, toda la vida me costó”.
Forcejearon en lucha negra en medio de tanta blancura por el pequeño bultito que yacía inmóvil protegido por la almohada.
“Me matarás pero no te lo daré” toda la vida toda la vida, y los gritos y aullidos fueron tales que lastimaron al sol, y todo el blanco se tiñó de rojo y sobrevino el retumbar del latido de un gran corazón, luego todo se hundió en un espacio sin fondo sin límites en aguas muy oscuras. Todavía no se sabe qué pasó. Toda la vida, toda la vida por un bultito.

Argentina, nacida en Buenos Aires. La casa de la calle Loyola (Vinciguerra, Buenos Aires, 2003) es su primera novela. Cuenta con dos novelas inéditas, cuentos y un Cuaderno de adolescencia.
***


Marcelo Juan Valenti

Frescura de crema y viento,
teje en la celosía
la certeza del hilván.
Sobre la mesa,la infinitud de tazas,
el silencio difundido por el agotado té,
las migajas. Pero en los patios,
las coles y el arándano.
Cuentas claras con letra menuda.
Son juegos de abadesas,
perlas que eran pétalos
y serán cenizas.


Nació en Rosario, en 1966. Libros publicados: Paralelo Protervia, novela en coautoría con María Luisa Siciliani; Una langosta en la casa invisible, cuentos, 1999; Presagio de la reina ciega, poesía (Ed. Los Lanzallamas, 2002); Caballo Bifronte, prosa poética, coautor Susana Rozas (Ed. Los Lanzallamas, 2003); Juego de abadesas (La Luna Que, 2005) Sus trabajos han aparecido en distintas revistas en papel y online. Participó en ciclos de lectura y programas radiales. Miembro fundador de la revista literaria “La Torre de Papel” (Rosario 1990-1994), dedicada a la producción literaria local, en los géneros poesía y cuento. También colaborador del suplemento cultural del diario Rosarionet (difundido por Internet durante el primer semestre de 1999).
***

RESEÑA DE OBRA POÉTICA

Thrillers (Historias en “16”) Poesía por Marcos Silber. Editorial Vinciguerra, 2005.

Alguien, no importa quién, habló del cine y dijo “Fábrica de sueños”.
Luego, no importa cómo, muchos lo vivieron. Cuentan que el Gloria y los Aleluyas de su nacimiento se cantaron en París, con los hermanos Lumiere. Cuentan que el réquiem de su extinción, el del cine de pueblo, ya se entonó en Cinema Paradiso, hace poco dolor. Entre uno y otro suceso, fue la magia, la aventura, el asombro todo, todo el encantamiento, los espejos del cuento de cada cual, de cada uno la historia, la epopeya de todos.
Marcos Silber cuenta el cine, lo escribe en la palabra y música del poema. Dice el cine en blanco y negro; el cine de su Hollywood de pibe, de muchacho que iba al encuentro de las historias en la sala del barrio, la más cercana, el camino más rápido para “entrarle” al sueño.Anota el cine, y en la escritura aparecen hombres y mujeres oscuros viviendo historias aún más oscuras, pero en el esfuerzo el impulso de la vida, Hay humo en tus ojos / y nieblas en el puente de Brooklyn; / y noche hay, densa y pesada noche hay / por aquí, y adentro de ella / como en el fondo de un podrido corazón, / las chicas que caminan y golpean con sus tacos; / caminan de aquí para allá / pasadas de frío y oscuridad las chicas que caminan / y sueñan historias durante todo el tiempo. Silber escribe sus imágenes teniendo muy en cuenta el lado opuesto del sueño, la contracara del sueño americano ocupa un lugar preferencial en el reparto de sus thrillers. El poeta escribe sobre la miseria que habita en todas las ciudades, la hace visible, porque la tristeza y la suciedad tienen la facultad de desdibujarse, de desaparecer progresivamente de la escena; los espectadores del cine cotidiano de las calles hacen las veces de renovados ciegos, dejan de ver, o esquivan, la condena del frío para multitudes. Silber escribe la exclusión, la lucha por ser, por hacer una historia, una vida dentro de la vida, “Búscame en los cielos si quieres encontrarme”... / y si quieres encontrarme búscame en los cielos./ ¿No era lo que soplabas al oído de tu chica, Willy? ¿Y cómo era aquello de arremeter contra la noche / y derrotarla y meterle y meterle miedo, tanto / hasta espantarla, Willy? ¿Cómo era eso del batifondo / el barullo descomunal que asustaría al frío, / la soledad vaciaría y rendiría al mismo silencio; / cómo era eso Willy? ¿Cómo era la del día único / el grande el inagotable y luminoso día, Willy, / sin oscuridades ni sombras, cómo era?
El cine de barrio desapareció, en Cinema Paradiso el símbolo final del sueño, y por eso el rescate del poeta. Memoria y compromiso social se dan en la escritura de Marcos Silber, el cine de barrio ha muerto, y por eso el cine; la miseria, la bestia atenta, y por eso la lucha por la vida digna, En estas historias, en estos Thrillers, el mundo marginado, las tinieblas de la soledad, el saxo, esa voz humana de la noche que cuenta el sueño que cuenta el desvelo que cuenta la pasión; tal vez, la obertura de la película que sigue, la que vendrá, la que aún nos debe la vida, la del trabajo digno, la del amor posible, la de la humana felicidad, así anotó el poeta.
Edgardo Lois / junio 2005
***

Poética Impar - El tiempo suspendido, Eclipses narrativos (Casi historias) por Kelly Gavinoser. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2004. (174 y 104 páginas respectivamente)

Poética Impar: Este poemario está dividido en tres partes que se subtitulan: Impar, Bordes y Bisagras. Se inicia con un poema Proemial en el cual la autora manifiesta su posición ante la poesía: No es mi territorio la cadencia... No es mi territorio la tecla programada... No es mi territorio la antiidea... Esto es: la más absoluta libertad, los no-límites, los no-códigos, los no-ordenamientos sistemáticos, lo impar.Inclusive la palabra proemial está mostrando la ausencia de divisiones entre los géneros poesía y prosa; su resistencia a la arbitrariedad de las leyes gramaticales impuestas por la lengua misma que, a su entender, le pone frenos al pensamiento. Ella juega una y otra vez con signos, espacios, grafismos, tiempos, palabras que desarma para producir un caos y luego armar y volver al sosiego de la lengua como cauce natural del pensamiento. Su poética es una suerte de salto al vacío que va llenando de palabras que dicen y luego des-dicen para, luego, decir otra cosa o, tal vez, lo mismo pero, seguro, nunca serán las mismas: se abrirán a una aventura en la cual se desplegarán como un abanico de significados. Escribe al ritmo vertiginoso de los latidos de un pulso vital, sonoro, desbordante, caprichoso. Decir, decir y decir. Expandirse hacia todos los lados de la página. Voz, sonido, color, melodía y, por qué no, antivoz, antisonido, antimelodía. Y como le resulta insuficiente intercala dibujos, signos, formas geométricas. Poética impar: poemario para desentrañar significados ocultos en un viaje desconcertante hacia todavía no sabemos donde.

El tiempo suspendido es un libro en el cual los géneros narrativo y poético se fusionan de tal manera que el marco desaparece y los signos nos van señalando caminos para intentar conocer mejor el dentro. En el texto Contramarco expresa: Nunca como hoy me molestó tanto el marco...El yo narrante y el poético se desplazan, inquietos, generando sonidos y silencios, murmullos, tonalidades de luces y sombras, sentidos y sin-sentidos impulsados por una escritura perentoria en la cual las leyes gramaticales son usadas (o transgredidas) para ampliar más el espectro de posibilidades expresivas.Si la escritura es toma de conciencia de algo que estaba oculto, ¿cómo podemos interpretar el subtítulo Eclipses narrativos (Casi historias) que en lugar de aclarar el significado del título principal, lo oscurece? Este interrogante no se puede dilucidar con exactitud. Podemos acercarnos, podemos deducir, pero no vamos a obtener una certeza. En la mayoría de estas casi historias la memoria va dejándose caer sobre la página virgen. Retazos de vida escritas en primera persona o en tercera aparecen como salidas de un cofre y se enlazan mediante una hojarasca lingüística que suele tomar la forma de monólogos interiores. Escribir es mi oficio, dice. Y a eso mismo me estoy refiriendo. A su oficio: único, inclaudicable, intransferible.

Elsa Copati
***

Opaco por Pablo Sujoluzky . Ediciones Perse, Buenos Aires, 2004. (80 páginas)

Tanto en su poética como en su dibujo Pablo Sujoluzky sigue una línea de dirección. La síntesis, el despojamiento reinan en una búsqueda de esencias. Desde lo opaco, esos textos -breves, intensos-, donde brilla -bellísima- la imagen, nos sorprenden, nos inquietan por decir aun más de lo que dicen. ¿A quién le habla el poeta? ¿a su alter ego, a la poesía? “me pone a cantar en un papel / como si se pudiera bailar con la tinta / y me salpica la música / cuando le cuento que eso no se puede” El sujeto se objetiviza para tomar parte en un “juego aturdido” que le permita recuperar su auténtico ser.
Cantos contra la nada: puentes. ¿Acaso esas líneas curvas que (el dibujante) traza de borde a borde en la página, no semejan cuerdas flojas que el cuerpo debe sortear sobre el abismo? O, a l decir de Rimbaud, tiende (el poeta) guirnaldas de ventana a ventana... y baila.
Este primer poemario de Pablo Sujoluzky no se agota en una primera lectura; nos invita a dejarnos llevar una y otra vez, “jugando con sus reglas”, como si estuviéramos, y creo que en este caso lo estamos, ante la palabra original, el verbo recién nacido.

Cristina Berbari
________________________


Silvia Pastrana

MÁSCARAS

Quién sabe si algún día tiraremos las máscaras
Que sin saberlo llevamos sobre el rostro
Eugenio Montale

I

Quién sabe, Eugenio,
si tiene sed la sed de la máscara que deja estrías en la carne
si tiene hambre el hambre que pone velos negros y ciega y ciega la ceguera

si tropezamos con los que vomitan estupideces o con los infieles de memoria castrada o con los de la lengua mordida por el largo invierno de la espera
o se deambula buscando el rostro pisoteado por las pasiones en la vereda del tiempo

Quién sabe, Eugenio, si algún día
el cómo avanzará entre la ficción y la realidad
y el por qué se adueñará del rostro de la memoria desmemoriada de nuestras máscaras


Nació en Capital Federal en 1952. Es profesora de Piano, Danzas Nativas. Estudió periodismo. Ha cursado diversos seminarios en Políticas Culturales. Es vicepresidente de la Asociación de Poetas Argentinos APOA. Sus poemas han sido recogidos por distintas antologías. Ha publicado El dolor de los silencios o el Eco de los sonidos (1993) y su segunda edición bilingüe (español - inglés) en 2001; Zafiro I y II (2003). Tiene varios libros de poesía inéditos, un ensayo histórico y escribiéndose una novela.
***

Julio Aranda

EL GRAN HOSTIGADOR

El animal cansado que me habita
tiene una lámpara
con la que alumbra el mundo
mientras escapa por mi sangre.

Huye de mí
y vuelve a mí

y, a veces,
imagina un sepulcro
en donde descansa de mi acoso.

Nació en Buenos Aires, en 1961. Integra el Consejo de redacción de la Revista de Literatura “Tamaño Oficio”.Ha publicado: Agudo pico el del pájaro oscuro (Gente de Letras, 2000); Grietas que me escriben (Febra Editores, 2004). Entre otros premios y menciones, en 1999, obtuvo el Primer premio de poesía “Arturo Cuadrado” con su poemario Identidades. En 2001, obtuvo el Primer premio de poesía organizado por Mesas Redondas Panamericanas, con su obra Entre mis huellas.
__________________________

Libros recibidos - Revistas, plaquetas, cuadernos.

56 Poemas. Emiliano Bustos. Ediciones La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2005.
Acariciando el futuro. Roberto Sztein. Ediciones Aql, Vicente López, 2004.
Animales en verso. Héctor Miguel Ángeli. Vinciguerra, Buenos Aires, 2004.
Anocheceres o Memorias del dolor. Mario Kon. La Luna Que, Buenos Aires, 2003.
Antología Poética. Rodolfo Alonso. Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2004.
Cable a tierra. Stanislawa Ploska. s.m. de Ed., Buenos Aires, 1999.
Cartas sobre la poesía. Stéphane Mallarmé. Selección, traducción, prólogo, notas: Rodolfo Alonso.Ediciones del Copista, Córdoba, 2004.
Cocos de barro cocido. Mayra Margarita Mendoza Torres. Apidama Ediciones, Colombia, 2002.
Diagonales. Norberto Guarnieri. Ediciones del Acompañante, 2004.
Diálogo del Árbol. Paul Valéry. Traducción: Rodolfo Alonso. Ediciones del Copista Córdoba, 2004.
Doloras de la piedra negra y voces invitadas a perseguir nubes. Cristina Berbari. Generación dosmil, Buenos Aires, 2005.
El otoño escribe mi nombre. Yadi María Henao. Ed. Extranjera a la intemperie, Buenos Aires, 2005.
Fragmentos de un discurso amoroso. Yolí Fidanza. Alción Editora, Córdoba, 2005.
Guirnalda. Aldana Gaggero. Dunken, Buenos Aires, 2003.Juego de Abadesas. Marcelo Juan Valenti. La Luna Que, Buenos Aires, 2005.
La poética de Mallarmé. Yves Bonnefoy. Traducción: Cristina Piña.Ed. del Copista, Córdoba,2002.
La casa de la calle Loyola (novela rapsódica). Feigue Zir Berger. Vinciguerra, Buenos Aires,2003.
La vida en haikus. Marta Rotonda. Ediciones Generación dos mil, Buenos Aires, 2005
Los desamados. Raúl Pignolino. Editorial Tiempo de Taller, Buenos Aires, 1988.
Los festejos. Osmar Luis Bondoni. Interlínea, Buenos Aires, 1973.
Luciérnagas sobre una vara de mimbre. Alberto Claudio Blasetti. Ed. del Zigurat, Bs. Aires, 2004.
Mapas. Ana Lema. Buenos Aires, 2004, (vía Internet).
Marcas de sal. Mayra Margarita Mendoza Torres. Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 2001.
Memorias del adiós. Ana Emilia Lahitte. Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2004 (vía Internet)
Opaco. Pablo Sujoluzky. Ediciones perse, Buenos Aires, 2005.
Oscuro labio de la noche. Roberto Díaz. Andrómeda, Buenos Aires, 2004.
Otros espacios. Jorge Orozco. Ediciones Atelier, Buenos Aires, 2004.Palabras apenas y alguna obsesión.
Héctor Horacio Heller. La Bohemia, Buenos Aires, 2002.
Partes mínimas- Minima Naturae. Esteban Moore (vía Internet)Poemas (1990-2004)
Yolí Fidanza. Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2004.
Poesía escogida. Olavo Bilac. Traducción Rodolfo Alonso .Ediciones de la Flor, Buenos Aires,2005
Repensar. Noemí Pratto y Luis García. Generación dos mil, Buenos Aires, 2005.
Ser uno mismo (o la historia de Ángel Viejo y el olvido) Cristina Siri. Generación dos mil, 2005.
Thrillers (Historias en “16”) Marcos Silber. Vinciguerra, Buenos Aires, 2005.
Fénix poesía-crítica N° 14-15, octubre 2003. Dir. Pablo Anadón. Ediciones del Copista, Córdoba.
Revista Generación 2000 Gente de arte. Nos. 25 a 30. Nueva época 2005. Dir. Víctor N. P. Berbari.
Grupo de los Sábados. Cuaderno de Literatura. Loreta Boque, Elsa Copati, Ilda Delgado, Kelly Gavinoser, Ileana Gómez Gavinoser, Alicia López, Norma Mazur, Dora Zachín. Buenos. As. 2004.
Informaciones 2000-Segunda Sección. Gral. San Martín, 25 de junio de 2005.
La señora Bovary a dos voces (plaqueta) Cristina Berbari. Generación dos mil, mayo 2005.
La vida lunfa N° 27, enero-febrero 2005. Dir. Amalia Olga Lavira.
Literarte Revista de literatura y arte N° 19. Dir. Graciela Pucci.
Murmullos del jardín (plaqueta) Ilda Delgado. Generación dos mil, junio 2005.
Tólbac N° 1, mayo 2005. Dir. Pablo Ovin y otros.
__________________________

Este nº de Fijando vértigos se imprimió en septiembre de 2005, en Buenos Aires, Argentina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario